Nicolás Jarry perdió en tercera ronda de Wimbledon ante el número uno del mundo, quien demoró casi cuatro horas para imponerse en cuatro sets a nuestra principal raqueta, que cerró un gran primer semestre en el cual se metió entre los 30 mejores del mundo.
Se sabía que imponerse a Carlos Alcaraz, actual número uno del mundo del tenis era una tarea muy compleja para Nicolás Jarry, aunque si hay una superficie donde puede equipararlo es precisamente en el pasto. Y eso se vio por varios pasajes, aunque le faltó consistencia en momentos claves para salir airoso.
El inicio de la jornada tuvo incluso un momento jocoso cuando ambos tenistas ingresaron a la cancha principal del torneo más tradicional del tenis, no en vano es conocida como “la catedral”. Los jugadores debían caminar hacia su izquierda y Jarry tomo hacía la derecha generando la hilaridad del público. Ya en el primer set cada cual mantuvo su servicio, hasta que en el octavo “game” Alcaraz logó el rompimiento y tras ello rubricó su saque quedándose con la primera manga. Que dejaba en claro que si se le quería ganar no había que darle ventaja alguna y luchar a máxima capacidad.
En el segundo set Jarry deambuló por ese sendero, porque se puso 3-0 arriba con un quiebre a favor, e incluso estuvo muy cerca de hacerlo por segunda vez y ponerse 4-0. Pero Alcaraz demostró porqué está en la cúspide del rankig. Igualo el marcado a cuatro. Y desde allí nuevamente cada uno ganó el punto de servicio y se llegó al tie break donde el español estuvo a punto de quedarse con el segundo parcial, pero el nuestro ganó tres puntos seguidos y emparejó el marcador.
La tercera manga caminó por el mismo derrotero que el inicio del match, y ya en el cuatro juego Alcaraz se puso 3-1. Desde allí cada cual no cedió a su adversario y el español se llevó el set por 6-3. Pero Jarry sobre el cierre del mismo volvió a levantar su rendimiento, y lo demostró en el inicio del cuarto. Quebró y al igual que en el segundo se puso 3-0. En el juego siguiente pudo quedar 4-0 nuevamente con dos puntos de quiebre. Pero entre los errores, ansiedad, y la calidad del español, no pudo concretarlo.
El ibérico entendió que sus bajones podían llevarlo a un terreno complejo si no remontaba y entraba a un impredecible quinto set. Afinó sus tiros, y Jarry erró en los puntos cruciales. Quebró Alcaraz. Empate a cuatro. Golpe a golpe. Cinco a Cinco. Y un nuevo quiebre para el español. Sirvió por el partido. Y nuestra raqueta estuvo a punto de romper y forzar el tie break. Pero se repuso el hispano. Metió tres puntos seguidos y se quedó con el partido 6-3; 6-7(6); 6-3 y 7-5 en 3 horas 56’ alcanzó una victoria que él valoró en gran medida, ya que reconoció lo duro que le resultó Nicolás Jarry, quien se mantendrá entre los 30 mejores del mundo, y con un tenis en ascenso, que a no mediar un brusco cambio en su rendimiento, le puede meter mucho más arriba en la Atp en la segunda parte del año. Todo luego de haber emergido desde los más profundo del escalafón a raíz de una sanción que tuvo que purgar.