Después de la conferencia de paz en Suiza, Ucrania ya prepara una nueva cumbre. Sin embargo, los diplomáticos alemanes no creen que las negociaciones con Rusia, para poner fin a la guerra, sean posibles pronto.
¿Es posible negociar este año sobre el fin de la guerra de Rusia contra Ucrania? ¿Incluso antes de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, y con la participación de Rusia?
Ucrania trabaja actualmente con el objetivo de convocar otra conferencia de paz dentro de unos meses. Los medios occidentales mencionan cada vez más a Arabia Saudita como posible ubicación.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quiere mantener el ritmo de su ofensiva diplomática y, por ello, ha anunciado “nuevas medidas concretas” para julio. Al parecer, se trata de grupos de trabajo para un plan de paz para Ucrania.
Diplomacia para que el diálogo no se rompa
La primera conferencia de alto nivel tuvo lugar en Suiza a mediados de junio. Participaron alrededor de 80 países. Rusia no estaba invitada y China se mantuvo alejada.
Los debates se limitaron a temas como las rutas de libre comercio, la seguridad nuclear y el intercambio de prisioneros. También se abrió una puerta diplomática a una futura participación rusa.
La paz en Ucrania requiere “participación y diálogo entre todas las partes”, según la declaración final. ¿Existe ahora una oportunidad para negociaciones de paz reales en el tercer año de guerra?
DW habló sobre este tema con dos importantes representantes de la diplomacia alemana: Rüdiger von Fritsch, exembajador en Moscú y exvicepresidente del Servicio Federal de Inteligencia alemán (BND), y Christoph Heusgen, jefe de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) y exasesor de la excanciller Angela Merkel.
Von Fritsch: “Putin no tiene ningún interés en poner fin a la guerra”
Ambos diplomáticos dan pocas esperanzas de negociaciones rápidas con Rusia. Y es que, ya antes de la conferencia en Suiza, cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, presentó su visión de un alto el fuego, se hizo evidente que mostraba una actitud opuesta.
Las armas se mantendrían en silencio, según Putin, si el Ejército ucraniano se retirase de cuatro zonas del sur y del este, anexadas por Rusia en 2022, y Ucrania renunciara a unirse a la OTAN.
El exembajador Rüdiger von Fritsch cree que Putin “no tiene ningún interés en poner fin a la guerra en estos momentos, si su agresión al final se ve recompensada”.
En cuanto al contenido, la oferta de Putin “no es nada seria”, afirma el jefe de MSC, Christoph Heusgen. Al presidente ruso le interesaba más obstaculizar la labor de la conferencia suiza y esperar a la reacción.
Heusgen: “Ucrania necesita ser miembro de la OTAN”
En este contexto, ambos diplomáticos dudan que las negociaciones puedan llevarse a cabo pronto. Primero, “Putin debe reconocer al Gobierno legítimo de Ucrania y al presidente Zelenski como interlocutor”.
Pero aún no se ha llegado a ese punto. A finales de mayo, el presidente ruso cuestionó la legitimidad de Zelenski al llegar el fin formal de su mandato regular, que se extendió automáticamente de acuerdo a la legislación ucraniana.
Además, Rusia debería respetar la Carta de la ONU, afirma Heusgen. El comunicado final de la conferencia suiza hizo referencia a esto. “La única posibilidad de paz es que Ucrania vuelva a ocupar una posición de fuerza en este conflicto”, opina Heusgen, quien no cree “que en otoño tengamos una conferencia con la participación de Rusia”.
Von Fritsch: Putin teme un levantamiento
Según Heusgen, él dice lo que muchos en Occidente no quieren oír: en caso de un acuerdo con Rusia, Ucrania necesitaría garantías de seguridad más fuertes que antes.
“En mi opinión, un acuerdo con Rusia sólo puede ser tolerable para Ucrania si va acompañado de la adhesión a la OTAN”, afirma Heusgen. Desde 2008, Ucrania tiene la garantía de unirse a la OTAN, pero no tiene estatus de candidato.
Rüdiger von Fritsch tampoco cree en éxitos diplomáticos rápidos. El exembajador en Moscú cree que Putin sólo estaría dispuesto a entablar negociaciones sustanciales si su poder dentro de Rusia se viera amenazado.
“Vladimir Putin tiene que ganarse constantemente la aprobación de la población rusa; gobierna su país con represión, propaganda y sobornos constantes”, afirma von Fritsch.
No es sólo la economía rusa la que está bajo presión, dice. El Kremlin también teme a un “cisne negro”, algo inesperado, como un levantamiento, que podría amenazar su poder.
“A eso le tiene miedo Putin”, asegura el exembajador alemán. “A ese punto hay que llevarlo. Cuando llegue a esta consideración, estará listo para hablar”. Y la manera de lograrlo, opina, es fortaleciendo a Ucrania y aplicando más sanciones contra Rusia.