La geotermia de baja entalpía se propone como una solución sustentable para grandes obras como soluciones de climatización para proyectos inmobiliarios.
La geotermia de baja entalpía -sistema de energía renovable que aprovecha la estabilidad de la temperatura de las aguas subterráneas para producir calor en invierno y enfriar en verano- constituye una tremenda oportunidad para el desarrollo de ciudades más sustentables, implementándola en proyectos inmobiliarios de mediana y gran envergadura como solución eficiente de climatización.
Estudios internacionales afirman que la utilización masiva de este sistema de calefacción reduciría en cerca de un 6% la emisión global de CO2 a la atmósfera, al mismo tiempo que promovería el ahorro en el consumo de energía, puesto que produce entre 2 y 4 veces más energía térmica o frigorífica versus la energía eléctrica que consume, generando ahorros de 30% a 70% en calefacción y de 20 a 50% en climatización, en relación a una bomba de calor convencional (normalmente a partir de la temperatura del aire).
Eugenio Celedón Correa, socio director de Hidrogestión, empresa de ingeniería con especialidad en el campo de las aguas subterráneas y proyectos de obras civiles, destaca que “Chile presenta grandes potencialidades para este tipo de proyectos, sobre todo a nivel de valles centrales donde gran parte de los acuíferos son capaces de abastecer pozos de muy buenos rendimientos, alcanzando soluciones con pocas unidades. El problema es de falta de conocimiento o simplemente de la mirada cortoplacista que muchas veces nos impide avanzar en soluciones integrales e innovadoras, puesto que muchas veces el mayor costo de inversión inicial no permite ver los beneficios de ahorro de largo plazo”.
Según explica, la geotermia de baja entalpía se propone como una solución sustentable para grandes obras o proyectos de mayor escala, “principalmente porque, dependiendo de la solución si es con pozo o con suelos, se requiere de inversiones o extensiones de terreno significativas, las que posteriormente se ven compensadas con ahorros importantes en la operación y beneficios ambientales para la comunidad”.
Ejemplos exitosos de esta tecnología de climatización utilizando el acuífero “Santiago Central” –ubicado a 75 metros bajo la superficie capitalina- son las tres torres de oficinas del complejo Parque Titanium, compuestas de 23 pisos cada una; el Mercado Urbano Tobalaba (MUT), con tres torres de 19 pisos de altura y una placa comercial de seis niveles; el mall Costanera Center, extrayendo y devolviendo las aguas del Canal San Carlos; y el Hospital Regional de Talca, que ha sido pionero y referente para la evaluación de futuras instalaciones de Salud Regional.
El concepto es “uso cero del agua”, es decir, que el volumen que se extrae del acuífero para alimentar el sistema de clima y entregarle la energía necesaria para aumentar la temperatura en el edificio, o disminuirla dependiendo la época del año, se regresa al acuífero y su volumen neto es cero. Esto se conoce como uso no consuntivo del agua. Si bien implica una inversión inicial un poco mayor por los pozos, se paga rápidamente con una reducción considerable del consumo energético del edificio, con un ahorro de energía total del proyecto del orden del 50% por la energía geotérmica.
“Este tipo de soluciones busca promover el desarrollo de proyectos sustentables e introducir en la industria inmobiliaria un estándar sostenible propio de países más desarrollados. De esta manera, buscamos que el utilizar la geotermia como solución de eficiencia energética en climatización sea, a futuro, un compromiso de los objetivos ESG tanto de las empresas como de las licitaciones estatales, en virtud del propósito trazado de hacer de Chile una país más verde y carbono neutral hacia el 2050”, destaca Celedón.