Por tusnoticias.cl
Lo que iba a ser una jornada futbolera de alta expectativa terminó en una de las páginas más oscuras del Estadio Monumental de Santiago. Antes de iniciado el encuentro internacional, un niño de 13 años y una adolescente de 18, murieron en las afueras del recinto deportivo, en medio de disturbios ocurridos entre barristas y carabineros.
Confusión total. Caos. Culpas. Investigación. Un guión repetido en los estadios del alicaido futbol que se vive en las canchas chilenas. Lo cierto es que hay un niño y una adolescente fallecidos y ante eso las nuevas recetas son mas de lo mismo.
Según los últimos reportes, ambas personas fueron aplastadas por una estructura metálica que se desplomó luego del uso de carros lanza gases por parte de Carabineros. A través de los audios oficiales de la policía, uno de los funcionarios relata que “En ningún momento fueron atropellados por el vehículo (lanzagases), lo que sí, cuando los 3-7 (sospechosos) suben sobre la reja, esta reja inmediatamente cede, cayendo debajo de ella, y el vehículo Sandcat, al momento de avanzar, pisó la reja en uno de sus extremos, procediendo a aplastar a los 3-7”.
Una parte de la historia que no se condice con otras versiones. Y entre talentos testigos hay uno que es clave. Se trata de Manuel Aranda, validador de entradas que se encontraba trabajando en el lugar donde ocurrieron los hechos, quien asegura haber levantado sus brazos advirtiendo al carabinero conductor del lanzagases que habían personas bajo la reja, sin embargo, ella policía habría hecho caso omiso, aplastando y matando a los dos hinchas.
Investigación apunta a responsabilidad policial
La Fiscalía confirmó que el carabinero ha sido imputado en relación con estos hechos. El fiscal Francisco Morales, declaró que se están recopilando antecedentes para determinar si la intervención policial tuvo un papel decisivo en las muertes, además, se cuestiona si el uso de la fuerza fue proporcional a la situación.
Versiones desde el entorno familiar de una de las víctimas aseguran que la joven tenía entrada y carnet en regla, desmintiendo los rumores de un intento de ingreso irregular. “Vamos a llegar hasta el final. Mi familia está destrozada y necesito apoyo legal”, expresó su hermana en declaraciones a la prensa.
En un comunicado, la Garra Blanca, manifestó su pesar por los hechos y exigió una investigación transparente, deslindando responsabilidades por lo ocurrido. Además, criticaron duramente el actuar de las fuerzas de seguridad, señalando que la represión desmedida fue la chispa que encendió la tragedia. Con un tono firme, la barra brava del equipo albo, dejó en claro que no guardarán silencio ante lo que consideran un abuso de poder que terminó con la vida de dos jóvenes colocolinos.
Reacción en el estadio y repercusiones posteriores
La noticia de los fallecimientos llegó hasta el interior del estadio, alterando por completo el desarrollo del encuentro. A los 72 minutos, un grupo de vándalos, la mayoría menores de edad ubicados en la barra de Colo-Colo, invadió el campo en señal de protesta por lo ocurrido. El árbitro detuvo el partido mientras se rompía parte del acrílico del sector Arica que dio paso al ingreso de unos 50 forofos que provocó la huida del campo de juego de los jugadores del club brasileño quienes corrieron a los vestuarios ante el temor de una agresión. Fue ahí cuando el defensa Emiliano Amor, cobra relevancia ya que de inmediato se puso frente a los hinchas protegiendo la integridad de los cariocas e impidiendo que los hechos pasaran a mayores.
Mientras desde la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), se emitió un comunicado lamentando profundamente lo ocurrido y enviando condolencias a las familias, desde el club Fortaleza, se informó que todos sus jugadores y cuerpo técnico se encontraban fuera de peligro y ya solicitaron los 3 puntos al ente del fútbol sudamericano, en una medida apoyada por la Confederación Brasileña de Fútbol. De la tragedia, nada, total es el país de la fiesta y la samba.
Por ahora, el partido entre Colo-Colo y Racing Club, programado para el 22 de abril en el mismo estadio, sigue en pie. Sin embargo, lo ocurrido ha encendido un debate nacional sobre la seguridad en eventos deportivos y el uso de la fuerza por parte de Carabineros. El Monumental ya no será solo un escenario de goles, ovaciones, triunfos, empates o derrotas: ahora carga con el peso de dos nuevas y dolorosas pérdidas, por la ineficiencia de muchos actores que no han dado el ancho para que la familia vuelva al estadio.
David Arellano y el fútbol lloran, lo que era una fiesta, se convirtió en un indecentenerario.