Se trata de una iniciativa que fue organizada por el INACH para que científicos puedan monitorear el impacto de la pesca en el océano Austral.
Veinte profesionales participaron de la tercera versión de la capacitación para el Sistema Internacional de Observación Científica (SISO) de la Comisión de Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA). Este curso fue organizado por el Instituto Antártico Chileno (INACH) y se dictó a mediados de este mes en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Magallanes.
El curso tuvo como objetivo formar observadoras y observadores científicos capacitados para monitorear el impacto de la pesca en el océano Austral. Participaron tanto profesionales con experiencia en el área, que pudieron compartir sus conocimientos, como estudiantes de la carrera de Biología marina de la UMAG, para quienes el curso representa una oportunidad para su futuro profesional. Además, asistieron profesionales de diversos sectores interesados en la observación científica en aguas antárticas.
Esta capacitación es fundamental para asegurar la recolección de datos vitales y fidedignos sobre las actividades pesqueras y su interacción con el medio marino antártico.
“Cada año, la CCRVMA actualiza las medidas de conservación, por lo que es fundamental que los observadores científicos cuenten con las herramientas necesarias para realizar su trabajo adecuadamente. Para ello, es importante que se mantengan actualizados sobre las nuevas medidas y que cuenten con acceso a los manuales actualizados disponibles para realizar sus actividades de manera efectiva”, precisó la Dra. Lorena Rebolledo, oceanógrafa del INACH y profesional a cargo del curso.
Francisco Santa Cruz, también investigador del INACH y representante científico de Chile ante la CCRVMA, destacó la importancia de la formación continua de estos observadores: “Nuestro país tiene una presencia pesquera importante en la Antártica y parte de lo que se hace para el monitoreo de las pesquerías es la actividad que efectúan las observadoras y observadores científicos. Es, por tanto, fundamental mantener un grupo de personas que esté bien capacitado, que conozca sobre las medidas de conservación y que esté disponible para cumplir con esta labor clave para el manejo de los recursos pesqueros de la Antártica”, expresó.
La información recolectada por los observadores y observadoras es muy relevante para evaluar el estado de las poblaciones de las especies objetivo, así como las poblaciones de especies dependientes y afines. “El rol de los observadores científicos es muy importante, ya que recolectan información independiente que permite determinar el estado de las pesquerías y el ecosistema asociado. Nos entregan datos sobre especies no objetivo y su interacción con las pesquerías, lo que nos permite evaluar la eficacia de las medidas de conservación. Por ejemplo, hay medidas diseñadas para reducir la interacción de las artes de pesca con aves y mamíferos marinos, para la protección del medioambiente y de organismos asociados al fondo marino. Por eso, su labor de recopilación de información de forma independiente es tan importante”, señaló Rebolledo.
La capacitación incluyó charlas y talleres prácticos donde se mostraron nuevas herramientas y métodos para identificar el kril antártico, peces, aves, mamíferos marinos. “La capacitación fue intensa, donde en dos días y medio tratamos de incluir la mayor cantidad de tópicos que son de su interés para la observación científica en Antártica”, agregó Santa Cruz.
Apoyo de otras instituciones
Además de Lorena Rebolledo y Francisco Santa Cruz, también fueron relatores del INACH Marcelo González, Rodolfo Rondón, César Cárdenas y Lucas Krüger, estos dos últimos también investigadores del Instituto Milenio BASE.
Entre los relatores externos estuvieron el Dr. Mauricio Landaeta de la Universidad Católica de Valparaíso, la Dra. María José Pérez de la Universidad de Chile e Instituto Milenio BASE, Minerva Acuña y Francisco Fernández del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), Paola Arroyo de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar) de la Armada de Chile, Valeria Carvajal, presidenta de la Federación de Industrias Pesqueras del Sur-Austral (FIPES), y Johana Jeria, jefa del departamento de control de calidad de la empresa PescaChile.
Además, se contó con la experiencia de observadores científicos: Gabriela Torretti, alumna del Magíster en Pesquerías de la Universidad de Concepción y observadora científica que participó durante cuatro años en la pesquería del kril, y Alberto Bustamante, quien se desempeñó como observador científico en la pesquería de bacalao antártico en el mar de Ross, así como profesionales del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP).
También es importante destacar el apoyo brindado por la Universidad de Magallanes, institución que facilitó sus salas y laboratorios para efectuar esta capacitación.
Al finalizar la capacitación, los y las asistentes se mostraron con mucho entusiasmo, una de ellas, Cynthia Burgos, profesional de la Dirección Nacional del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Valparaíso, comentó: “El curso me pareció fantástico, aprendí mucho, me hubiera gustado seguir aprendiendo, cumplió con mis expectativas, me encantaría ir a la Antártica y tengo un motivo profesional. Estoy haciendo mi tesis de magíster y me interesa estudiar la fauna acompañante del kril y el impacto que ha tenido la variabilidad ambiental en las poblaciones.”
Por su parte, Emilio Alarcón, investigador del Centro IDEAL, opinó: “El curso es muy completo; abarca los temas necesarios para entender los objetivos de un observador científico y la importancia de su rol a bordo de las pesquerías. Quise participar por la oportunidad de aprender más sobre las pesquerías de kril y bacalao en la Antártica, y poder contribuir como científico al levantamiento de datos de manera rigurosa. Esto permitirá, en el futuro, discutir con fundamentos científicos la sostenibilidad y conservación de estos ecosistemas”.
Después de realizado este curso, los participantes se incluyen en una base de datos del INACH. Si la industria pesquera requiere un observador a bordo, se les contacta para evaluar su interés y disponibilidad. “Según las normativas y medidas de conservación de la CCRVMA, tanto la pesca de kril como la de bacalao deben tener un observador nacional a bordo; de lo contrario, no pueden operar en la Antártica”, concluyó Santa Cruz.
El INACH es un organismo técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores con plena autonomía en todo lo relacionado con asuntos antárticos de carácter científico, tecnológico y de difusión. El INACH cumple con la Política Antártica Nacional incentivando el desarrollo de la investigación de excelencia, participando efectivamente en el Sistema del Tratado Antártico y foros relacionados, fortaleciendo a Magallanes como puerta de entrada al Continente Blanco y realizando acciones de divulgación del conocimiento antártico en la ciudadanía.