La elección de Ossandón sobre Kast en el Senado pone en evidencia la división de la centroderecha y genera críticas sobre la falta de gobernabilidad hacia las elecciones presidenciales.
El quiebre en la centroderecha del Senado generó un espacio para que el oficialismo criticara la falta de organización y gobernabilidad del sector, especialmente de cara a las próximas elecciones presidenciales. Tras no alcanzar un consenso para elegir un candidato, el senador Manuel José Ossandón (RN) ganó la dirección del Senado frente a Felipe Kast (EVO), con el apoyo de los partidos de Gobierno, la Democracia Cristiana, el Partido Republicano, el Partido Social Cristiano y la senadora María José Gatica (RN).
Este no es el primer enfrentamiento entre Ossandón y Kast, ya que ambos compitieron en las primarias presidenciales de Chile Vamos en 2017. A pesar de que Ossandón intentó desvincular el resultado del Senado de la carrera presidencial, tanto desde su propio sector como desde el oficialismo llegaron críticas sobre la falta de coherencia y gobernabilidad en la derecha. Senadores como Luciano Cruz-Coke y Francisco Chahuán señalaron que las ambiciones personales prevalecen en la derecha, mientras que desde el oficialismo, figuras como Ignacio Latorre y Jaime Quintana afirmaron que la división en la derecha dificulta la gobernabilidad del país. Por su parte, Ossandón expresó que el resultado en el Senado no afecta su candidatura presidencial, aunque lamentó el papel de ciertos miembros de su partido en su contra.