Los siete países industrializados más importantes del mundo quieren apoyar a Ucrania. Además, consideran necesario ampliar las inversiones en África. Bernd Riegert informa desde la cumbre en Italia.
En la cumbre del G7 en Borgo Egnazia, los líderes de la UE prometieron ayuda a Ucrania. El presidente del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel, y otros representantes de los Estados participantes llegaron a un acuerdo, pero aún hay que limar los detalles técnicos.
Ucrania recibirá 50 mil millones de dólares en créditos antes de fin de año para poder comprar armas y financiar su presupuesto estatal.
Los ingresos de los aproximadamente 230 mil millones de euros en activos, que posee una sociedad de gestión de activos en Bélgica, generan cinco mil millones de euros cada año. Este dinero se utilizará como garantía para financiar los intereses y el reembolso.
Ayuda a largo plazo para Kiev
Estados Unidos, al igual que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había presionado para que se confiscara el dinero ruso. Pero los europeos no querían involucrarse porque temían una pérdida de confianza en el mercado de inversiones europeo.
El presidente Zelenski, que llegó este jueves al hotel de la cumbre del G7 en Apulia, en el sur de Italia, procedente de Arabia Saudita, dijo que el G7 estaba tomando decisiones muy importantes.
Al margen de la cumbre, Zelenski firmó dos acuerdos de seguridad bilaterales de 10 años de duración, uno con Japón y otro con Estados Unidos. Los diplomáticos estadounidenses dijeron que el acuerdo también suponía una especie de tranquilidad en caso de que Donald Trump, crítico con Ucrania, fuera reelegido para la Casa Blanca otoño.
Meloni, centrando la atención en África
Además de los puntos conflictivos de Ucrania y Oriente Medio, los líderes del G7 quieren mejorar la cooperación con África. La líder italiana del G7, la primera ministra nacionalista de derecha Giorgia Meloni, volvió aponer a África en el primer lugar de la agenda.
Meloni dijo que se necesitan cadenas de suministro fiables para materias primas, energía, y otros productos del continente vecino. El G7 prometió más inversiones en industrias futuras en África. Italia presentó un nuevo plan, que lleva el nombre del fundador de la petrolera italiana Eni, Enrico Mattei.
El “Plan Mattei” apuesta por proyectos de producción de energía en África. Italia actuaría como distribuidor y puente entre África y Europa. Están previstos numerosos proyectos de seguridad alimentaria y apoyo educativo.
Esta nueva iniciativa está inicialmente presupuestada en 8 mil millones de euros, cifra que los críticos ya han calificado de demasiado baja. Giorgia Meloni ahora quiere que los socios del G7 se unan para darle más peso al “Plan Mattei”.
En los últimos años, otros proyectos fueron puestos en marcha por parte de Francia y Alemania durante sus presidencias del G7. Paralelamente, el plan “Global Gateway” de la Unión Europea pretende dirigirse a los socios africanos con ofertas de inversión que compiten con China y Rusia.
Kenia pide reestructuración de la deuda
El presidente de Kenia, William Ruto, que asiste temporalmente a la cumbre en Italia, pidió al G7 que “muestre más solidaridad con África”, con un alivio parcial de la deuda y la reestructuracion de la deuda nacional de los países africanos.
Según Ruto, la financiación del desarrollo de África debe estructurarse a más largo plazo, incluyendo mejores recursos financieros para el Banco Africano de Desarrollo y la asignación de más préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Aún no está claro cómo responderán los países del G7 al respecto.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que es hora de ejercer más “justicia” y hablar abiertamente sobre las cuestiones del multilateralismo, los enormes desafíos que plantean una población muy joven, las consecuencias del cambio climático y el nivel aún elevado de pobreza: “Los Estados del continente africano deben invertir en telecomunicaciones, infraestructura y suministro de energía. (…) Necesitan un mejor acceso al capital. Debemos estar de su lado. Debemos establecer asociaciones basadas en la confianza y el respeto mutuo”.
El G7 también quiere debatir el delicado tema de la migración con los invitados africanos este viernes. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quiere limitar al máximo la inmigración y subcontratar los procedimientos de asilo a terceros países como Túnez o Albania.
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