La octava versión del tradicional ascenso al edificio más alto de Sudamérica, “Corremos por la Vida”, organizada por el Cuerpo de Bomberos de Santiago, busca promover la salud física, la prevención del cáncer y la donación de órganos.
Con bomberos y bomberas de Chile y el extranjero, gracias a la presencia de representantes de Argentina, Paraguay, Ecuador y Guatemala, entre otros, este domingo se llevó a cabo la octava edición de “Corremos por la Vida”, el tradicional ascenso al Costanera Center organizado por el Cuerpo de Bomberos de Santiago.
Más de dos mil especialistas en el combate al fuego y las emergencias se dieron cita en el edificio más alto de Sudamérica, a partir de las 8.00 horas, para dar inicio a la actividad benéfica, que busca incentivar la donación de órganos, prevención del cáncer y la actividad física.
Una mañana nublada y con suave llovizna recibió a los entusiastas que se movilizaron para cumplir el desafío de subir los 62 pisos y 1.800 escalones hasta llegar al mirador Sky Costanera, ubicado a 300 metros de altura y desde donde se contemplaba una espectacular vista de la capital chilena.
Las bomberas y bomberos que participaron lo hicieron con los mismos equipos con que enfrentan incendios, que incluye calzado especial, casco y equipos de respiración autónoma, que totalizan un peso de casi 25 kilos.
“Los tiempos ni quiénes resultan ganadores no son la prioridad de este evento. Creemos que es mucho más importante crear conciencia sobre temas que son importantes no solo para la labor de los bomberos de Chile, sino que para toda la sociedad, como la salud física, la prevención del cáncer y la donación de órganos”, dijo Pablo Cortés de Solminihac, Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago.
La autoridad bomberil agregó que “estamos muy contentos con el alto número de inscritos que hubo en esta ocasión, confirmando que se trata de uno de los principales eventos de nuestra comunidad, que aprovecha de reunirse y compartir experiencias con bomberos de todo Chile y también de otros países”.
Aunque no se trata de una competencia, se contabilizan los cronos para que los participantes pueden conocer sus registros para uso personal. En esta ocasión, el mejor tiempo fue de 16 minutos y 48 segundos.
Gran parte de lo recolectado por las inscripciones de “Corremos por la Vida” será entregado a la Fundación Cambiemos La Historia, que educa y crea conciencia sobre la donación de órganos.