- Un 17 de febrero de 2021, Colo Colo zafó de los potreros tras derrotar por 1-0 a Universidad de Concepción en el partido de permanencia.
Seguramente este partido debe estar dentro de los más importantes de la historia para los colocolinos y no es para menos, de estar acostumbrado a dar vueltas olímpicas pasaron a jugar un partido por la promoción, en la peor campaña de su rica historia.
El héroe del partido en el Fiscal de Talca fue Pablo Solari “El Pibe”, un muchacho de apenas 19 años que literalmente vio su vida cambiar gracias a un gol, tal vez uno de los más festejados en toda la historia del eterno. Sin duda La vida de Pablo Solari no fue la misma después del golazo que le convirtió al campanil y no solo por ser su primer tanto como jugador profesional, si no porque desde aquel día se convirtió en un ídolo para la parcialidad alba.
Pero el pibe no fue el único héroe y que se robó el corazón de los colocolinos, pues el técnico Gustavo Quinteros, quien hizo hasta lo imposible por llegar a Macul, incluso viniendo en vehículo desde Argentina hasta Pedrero, tras no haber vuelos disponibles por motivo de la pandemia que en esos momentos afectaba terriblemente a nuestro país.
Si bien jugar un partido por defender la categoría fue algo terrible para cada uno de los hinchas, fue cuando más se sintió el amor por la camiseta de cada uno de ellos, quienes lejos de recriminar como se ha visto en situaciones similares en otros equipos del fútbol chileno, llegaron en masa a Macul para darle una calurosa despedida a los jugadores que salían rumbo a Talca.
Pero eso no fue todo, miles de hinchas salieron de sus casas en familia, con banderas y camisetas a esperar el bus que transportaba a los jugadores a lo largo de su recorrido rumbo a Talca, para darles el último aliento en una de las escenas más emotivas vistas desde hace años en el fútbol chileno.
Con la motivación a tope y sintiendo el cariño de su hincada que no recriminó y entendió la importancia de apoyar en esta situación, la oncena titular saltó a la cancha y logró su cometido. Salvar a Colo Colo del descenso y mantenerlo en la primera división.
Tras el término del partido todo fue desahogo, llantos, alegría, que no tan sólo se hicieron sentir en el Fiscal de Talca, todo un país se abrazó, gritó y lloró, en un día que quedará marcado a fuego en cada uno de sus corazones.