Estudiantes y docentes de Rancagua, Talca y Puerto Montt se trasladaron hasta isla Rey Jorge, en el Territorio Chileno Antártico, para participar de un intenso programa de actividades científicas.
Durante la semana pasada se llevó a cabo con éxito la Expedición Antártica Escolar (EAE 2024) en donde participaron estudiantes y docentes de Rancagua, Talca y Puerto Montt que ganaron la Feria Antártica Escolar (FAE) en 2023, ambas iniciativas de educación polar que son desarrolladas por el Instituto Antártico Chileno (INACH).
Su premio consistía en un viaje a isla Rey Jorge donde se ubica la base Profesor Julio Escudero del INACH, para integrar un completo programa de actividades científicas y logísticas. Dentro de las actividades desarrolladas, efectuaron una navegación hacia el glaciar Collins y pudieron realizar un avistamiento de fauna, respetando todos los protocolos vigentes contra la influenza aviar.
Al interior de la base Escudero, estudiantes y docentes participaron en charlas, talleres y un conversatorio con las y los investigadores y personal logístico, quienes les mostraron, en actividades prácticas, cómo se desarrolla su trabajo en las extremas condiciones del Continente Blanco.
Por otra parte, destacan las visitas a las bases Artigas de Uruguay, los alrededores de la base rusa Bellingshausen y su iglesia ortodoxa, la Capitanía de Puerto de Bahía Fildes administrada por la Armada de Chile, las dependencias de la Base Frei de la Fuerza Aérea de Chile y la Dirección de Aeronáutica Civil de la isla Rey Jorge. En estas visitas se mostró el quehacer diario de cada institución y el importante rol que cumplen trabajando en conjunto para el desarrollo logístico y apoyo científico a la comunidad antártica. Estas visitas resultan novedosas, pues fue la primera vez que se pudieron recorrer otras bases antárticas desde el año 2018, dadas las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19.
La estudiante del Colegio Santo Tomás de Puerto Montt, Tamara Figueroa, agradeció la experiencia vivida y a quienes lo hicieron posible. En sus palabras, la joven resaltó: “Lo pasé increíble, fue una experiencia totalmente única, poder conocer la flora, la fauna, las distintas especies del continente Antártico, fue algo maravilloso, además tuvimos la suerte de que nos acompañó súper bien el clima por lo que pudimos realizar todas las actividades que nos tenían propuestas los integrantes y coordinadores de INACH, y claramente mucho más allá de tener esta oportunidad, de ir y conocer el continente Antártico. Más allá de la oportunidad de poder visitar la Antártica, me siento enormemente feliz, agradecida y orgullosa de haber contribuido al conocimiento antártico. Este viaje representa un valioso aporte para abordar las problemáticas que enfrentamos en el territorio”.
Andrés Ricci que estudia en el Colegio Inglés Saint John de Rancagua, concuerda con su compañera de viaje y al respecto comenta: “Personalmente, el haber participado de la Expedición Antártica Escolar fue una valiosa y enriquecedora experiencia que nos dio a conocer la realidad de cómo trabajan los investigadores en el continente y cómo logran llegar a sus conclusiones, además que es una instancia única en la que podemos disfrutar de una maravillosa fauna local y nos puede acercar a la realidad de estos investigadores que a pesar de todas las adversidades que pueden tener en el lugar logran desarrollar su trabajo, el que contribuye a que Antártica sea un mejor lugar”.
“Creo que la importancia de haber participado en la EAE, además por supuesto de la importancia de conocer el Continente Antártico, es que para nosotros como estudiantes nos sirve para poder orientarnos quizás a nuestras futuras carreras profesionales, si queremos en un futuro o no vivir de la ciencia antártica”, expresa Javiera Soto del Liceo de Cultura y Difusión Artística de Talca.
Su profesora, Ana María Yañez también reflexionó en torno al viaje realizado: “Disfrutamos al máximo de todas las actividades que hicimos durante nuestros días en Antártica, además fue muy enriquecedor, escuchar el testimonio de hombres y mujeres que habitan este territorio y que a través de sus palabras nos transmitieron cómo aman su trabajo y cómo fomentan la valoración, el conocimiento y la protección de la Antártica. Por otra parte, participar de esta expedición nos permitió conocer cómo trabajan los investigadores, pero también saber en qué están, qué proyectos se están desarrollando y cómo es la vida en el sexto continente. Creo que sin dudas todos estos aprendizajes los vamos a llevar en nuestro corazón y vamos a transmitirlos a los que conforman nuestro entorno y de nuestra comunidad escolar”, señaló.
“La Antártica es un laboratorio natural único y queríamos brindar a los estudiantes que participaron de la Expedición Antártica Escolar la oportunidad de conocer el trabajo que realizan los investigadores y personal logístico. Creemos que esta experiencia dejará una impresión duradera en los y las jóvenes y contribuirá al desarrollo de futuros líderes y lideresas comprometidos con la conservación del Continente Blanco”, cerró la encargada de Educación Antártica del INACH, Jessica Paredes.