Aseguran que la baja en las ventas se debe a la incertidumbre política, mientras el país trasandino atraviesa la peor sequía, la que se estima que podría verse paliada en octubre próximo.
Las ventas de Argentina de la próxima cosecha de trigo son las más lentas en siete años, retrasadas por los agricultores que esperan lluvias más fuertes y apostando por el resultado de las elecciones presidenciales del país del 22 de octubre, con algunos candidatos prometiendo recortes de impuestos sobre las exportaciones de cereales.
Argentina, un importante exportador de trigo, junto con soja y maíz, ha registrado solo 1,51 millones de toneladas métricas de preventas de la próxima cosecha para el periodo 2023-2024 hasta el 13 de septiembre, según mostraron los últimos datos del gobierno esta semana, la cifra más lenta desde el periodo 2016-2017 y una fuerte caída respecto de los últimos años.
Esta cifra se compara con los 5,28 millones de toneladas registrados casi en la misma fecha 2022-2023, según la secretaría de agricultura.
“Las bajas ventas se deben en parte a la incertidumbre política respecto del nuevo gobierno”, dijo Miguel Cane, presidente de la cámara de granos ArgenTrigo. En diciembre asumirá el poder una nueva administración, con tres candidatos principales compitiendo por ganar.
“Se especula que los impuestos podrían reducirse un poco para el momento de la cosecha”, añadió Cane. Dos de los tres principales candidatos presidenciales se han comprometido a eliminar los aranceles a la exportación de trigo, actualmente fijados en el 12%.
Se trata de la conservadora Patricia Bullrich y el libertario independiente Javier Milei, actualmente el favorito. Se enfrentan al jefe de economía del partido gobernante, Sergio Massa, quien no ha hecho tal promesa.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires pronostica una cosecha de trigo de 16,5 millones de toneladas en 2023-2024, superior a la cosecha anterior afectada por la sequía, pero inferior a un máximo de 22,4 millones de toneladas en el periodo entre 2021-2022.
El tiempo en juego
El otro factor que está frenando las ventas de trigo es el clima, luego de que una sequía histórica afectara las cosechas durante el último año. Un patrón climático de El Niño ha traído un clima más húmedo, pero todavía hay áreas de trigo que necesitan más agua, lo que se espera para octubre.
Roberto Frigo, presidente de una cooperativa agrícola en la ciudad triguera de Rosario de Tala, dijo que algunos agricultores quedaron marcados el año pasado cuando hicieron ventas anticipadas y luego no pudieron cumplir con sus obligaciones después de que las cosechas se vieran afectadas por la sequía.
“Hay muchas expectativas sobre lo que sucederá con el clima”, dijo. “Puedes quedarte estancado en un acuerdo de venta a plazo y luego no poder cumplirlo”.
Según Frigo, el estado de las plantas es mixto en el centro de la provincia de Entre Ríos, donde se encuentra Rosario de Tala, con zonas de cultivos en buen estado y otras con necesidades de agua.
Cane coincidió en que, junto con una caída en los precios internacionales del trigo en comparación con la temporada pasada, la incertidumbre climática pesa sobre los agricultores mientras esperan lluvias más intensas.
Un informe del miércoles de la Bolsa de Cereales de Rosario indicó que las lluvias más intensas podrían llegar sólo “en los últimos días de septiembre o los primeros días de octubre”.
Mientras tanto, agricultores como Frigo postergan las ventas.
“Hay zonas de terreno que todavía están complicadas”, afirmó. “Por eso estamos esperando la verdadera cosecha y también que llegue el nuevo gobierno. Ambas cosas”.
Reuters – Maximilian Heath. Edición Tus Noticias