Colo-Colo empató a uno con Unión Española en el Estadio Santa Laura que esta semana conmemoró cien años, y el partido estuvo lejos de ser uno que marcara época y fuese digno de tal festejo. Y el recinto tampoco ayudó ya que el estado de la cancha está en malas condiciones. Y si es por centenarios, Magallanes volvió a perder y se quedó sin entrenador.
Hay ocasiones que ameritan algo especial, sin ir más lejos celebrar cien años se prestan para ello. Y en esta ocasión estamos hablando del Estadio Santa Laura, conocido como la “catedral del fútbol chileno” y que no se supo sacar provecho a la ocasión. El recinto está deteriorado, con luminarias deficitarias y un pasto lejos de lo que un estadio con esta tradición merece, y sin estar en condiciones para realizar fútbol profesional. Se dejó pasar la gran oportunidad de dotar a Santa Laura del estatus que se merece. Y el partido mismo tampoco estuvo a la altura.
Aunque Unión Española y Colo-Colo están en la parte alta de la tabla el espectáculo que ofrecieron disto de ser parte de una gran fiesta. Y aunque hubo oportunidades de gol para los hispanos en los primeros minutos, el gol del “Cacique” a los 14’ por medio de Alexander Oroz; a pura porfía de la ofensiva alba, más que ser una jugada bien urdida, dio la impresión que podría desencadenar un pleito donde los “rojos” se desataran en busca del empate, y que Colo-Colo aprovechara los espacios para contragolpear y tener variadas oportunidades de aumentar. Eso no paso, lo equipos siguieron con un ritmo que dista del que se juega en el plano internacional, por más que uno priorice y le dè todo el cariño a nuestra competencia.
Irremediablemente cuando los equipos entraban en los últimos 30 metros de la cancha se abría la ilusión que vendrían situaciones de peligro. Pero era todo un espejismo, ya que los tiros irremediablemente se iban desviados. Sin ir más lejos lo que más inquietó en el primer tiempo fue un feo torzón de Rodrigo Piñeiro que parecía ser una lesión seria. Felizmente para el “hispano” volvió a las acciones. Y este regreso termino siendo significativo, ya que apenas comenzó el segundo tiempo, Leandro Garate presionó a Bruno Gutiérrez, que no tuvo fortaleza en la marca, y Piñeiro fue habilitado para decretar la paridad.
Desde el empate se vio mejor a Unión, el propio Piñeiro pudo desnivelar pero siempre se encontró con la oposición de Fernando de Paul, que se ha ganado el puesto de golero del “Cacique” en desmedro de Brayan Cortés, que no está nada contento con su suplencia.
Los “albos” sufrieron la lesión de Ramiro González, otro defensa central más que se suma como baja, ingresó Alan Saldivia y debieron hacer un cambio táctico pasando a defender con cuatro al fondo. Aunque esta variante no pudo con el ímpetu del cierre del partido de los “hispanos” que en dos oportunidades por medio de Garate estuvieron muy cerca de quedarse con la victoria. ¿Y quién la evitó? Una vez más Fernando de Paul.
El resultado final pudo ser discutido por la Unión conforme a sus últimas jugadas, y se le podría dar la razón, pero en la globalidad no fue un gran encuentro, mucho menos de Colo-Colo, que hace varios partidos se diluye en demasía en los segundo tiempos.
Quien definitivamente no levanta es Magallanes. Esta semana tuvo dos partidos con equipos que al igual que ellos están en posiciones del fondo, y no pudo ganar. Incluso en esta jornada se vio perdiendo de entrada ante Audax Italiano con la anotación de Matías Sepúlveda a los 3’. Y que el resultado se vio amplificado con el gol de penal de Gonzalo Sosa, sobre el cierre del primer tiempo, y que tuvo que ser repetido, ya que cuando contuvo el portero Gastón Rodríguez, éste se había adelantado. Y en la reiteración el ariete no perdonó.
En la segunda fracción Magallanes descontó por medio de un gran cabezazo de Fernando Piñero a los 11’. Pero no hubo más goles, y Nicolás Núñez, el mismo que los trajo de vuelta a primera, que les dio el título de la Copa Chile y la Supercopa, y los instaló en el plano internacional presentó su renuncia. Por lo que la “carabela” tendrá que buscar otro capitán que guie y les haga surcar aguas difíciles, que por ahora los lleva de vuelta al descenso.