- Junto al concejal, Víctor Saavedra, lamentó que el compromiso del Gobierno de tener funcionando un hospital de emergencia en 60 días no se cumpliera y que en estos momentos el centenar de trabajadores cumpla sus labores en condiciones paupérrimas.
- “Llamamos al Presidente Boric a que se haga cargo de esta realidad y adopte las medidas necesarias para que el centro asistencial pueda funcionar de manera digna”, aseguró la parlamentaria
Funcionarios cumpliendo labores en carpas con temperaturas extremas durante el día, espacios de trabajo sin ventilación, ausencia de teléfonos, box de atención separados sólo por biombos y dos baños para cien trabajadores, son sólo algunos de los graves problemas que se viven a diario en el hospital de Licantén a más de seis meses de su inundación. Así lo denunciaron la Senadora de Demócratas Chile por el Maule, Ximena Rincón González, y el concejal de la comuna costera, Víctor Saavedra, quienes llamaron al Presidente de la República, Gabriel Boric, a que se haga cargo de esta realidad y adopte las medidas para que su compromiso de levantar un centro asistencial de emergencia, aunque con evidente tardanza, se haga realidad.
“Le pedimos al Presidente Boric a que se haga cargo de esta realidad y que adopte las medidas necesarias para que el hospital pueda funcionar en condiciones dignas. Ya no hay cámaras en Licantén, pero sus vecinos y vecinas lo siguen pasando mal, muchos sin recibir las ayudas comprometidas tras las inundaciones y otros cientos sin trabajo tras el cierre de la planta de celulosa. No hay plan especial para la comuna, pero al menos que exista un centro asistencial de emergencia que permita entregar una atención adecuada y, si es necesario hospitalizar, que no se derive a los pacientes a otras comunas”, precisó la legisladora.
Añadió que la situación en Licantén es crítica y que en el caso del hospital no resiste argumentos, por lo que pidió acelerar las gestiones para habilitar el de emergencia, pues resulta impensable que se enfrente un nuevo invierno en estas condiciones.
A su vez, el concejal Saavedra recalcó que Licantén pide respuestas para los múltiples problemas que enfrenta.
“No se puede jugar ni con la paciencia ni con el compromiso de los trabajadores de la salud hacia sus pacientes. Licantén necesita certezas ante la incertidumbre en que está sumido y ello pasa por entregar a los funcionarios del hospital las condiciones básicas para cumplir su labor. Si hoy el hospital se mantiene a flote es a costa de un desgaste emocional y profesional extremo que genera no contar con condiciones dignas de atención”, aseguró la parlamentaria.
Finalmente, el edil planteó que los funcionarios del Hospital de Licantén y los habitantes de la comuna no piden nada que no se haya comprometido, solo que se respete la promesa de que no los dejarían solos.