Francisco San Martín Álvarez, conocido empresario minero y excandidato del Partido Republicano, fue identificado como el líder de una organización criminal que robaba y exportaba cobre a India y Bélgica. La operación, que abarcó varias regiones del país, dejó 18 detenidos y una millonaria incautación.
Una extensa red criminal dedicada al robo, comercialización y exportación ilegal de cobre fue desmantelada en el marco de la “Operación Oro Rojo”, un operativo liderado por la Policía de Investigaciones (PDI) y el Ministerio Público. En el centro de esta trama se encuentra Francisco San Martín Álvarez, empresario minero de Tierras Blancas y exprecandidato a la alcaldía de Coquimbo por el Partido Republicano.
San Martín, hoy en prisión preventiva, es sindicado por la Fiscalía como el cabecilla de esta organización, que operaba en regiones como Coquimbo, Calama y Santiago. El cobre sustraído desde tendidos eléctricos era fundido y enviado de forma clandestina a mercados internacionales, principalmente India y Bélgica.
El operativo culminó con 18 personas detenidas —siete de ellas extranjeras—, la incautación de más de $160 millones en diversas monedas, y la retención de vehículos utilizados para el traslado del material. Las autoridades destacaron que este tipo de delitos no solo causa millonarias pérdidas económicas, sino que también afecta directamente a la población, al dejar comunidades sin servicios básicos esenciales.
La investigación también reveló los intentos de San Martín por acercarse al Partido Republicano en la región de Coquimbo, aunque con escaso respaldo interno. En 2020, obtuvo solo 8 votos en una elección interna del cabildo regional.
La “Operación Oro Rojo” forma parte de las acciones del Consejo contra el Crimen Organizado y representa un golpe relevante al robo de cobre, delito que ha golpeado durante años a localidades del norte del país como La Higuera.
